En un libro del 2010 (Ginebra, 2010) el autor escribe que siempre es bueno no decir no ... decir no abre un debate, pero decir sí es más práctico mientras luego no se encuentre el momento para concretar el cúando ni las cosas. El mismo autor indica como consejo que si piden hacer algo que no se desea hacer, hay que decir que se hará tan pronto como se encuentre el momento ... otra cosa será encontrar el momento.
Lo bueno ... Si se evitan conflictos, cosas "espinudas", y se bajan tensiones, se ha demostrado que decir sí es muy bueno ... incluso relajante.Muchas personas usan esta técnica de manera frecuente y suele funcionarles muy bien ya que muchas veces sus interlocutores tampoco tienen mecanismos de seguimiento ni control de las promesas que reciben, pero no importa, siempre habrá momento para seguir hablando y viendo cuando hacer las cosas.
Lo malo ... abusar de esto, suele hacer perder credibilidad ... si se hace seguimiento y monitoreo de los "sí recibidos" generará tensión en quien los pronuncia. Quien recurre a la técnica del sí debe tener suficientes herramientas para cumplir de vez en cuando su promesa. Si no las tiene, se pierde credibilidad y si es sostenido el incumplimiento se puede llegar a faltas a la ética pues el sí sostenido lleva implícita ocultamiento de la incapacidad de cumplir una promesa y si además el repetir el sí es parte de una estrategia de negociación constante se puede inducir a pensar en una conspiración de engaño.
Quizás lo mejor es sopesar lo bueno y lo malo de esta técnica, pero lo más importante es que si bien el autor aludido señala la técnica de sí como algo positivo, en ninguna parte se dice que debe ser usado como o parte de estratagemas de engaño o de abierta incapacidad profesional.
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Nota post edición original ....
- Desde que publique este post he recibido comentarios que aluden a un fenómeno curioso del "sí, sí, sí", que comparto pero que no cité originalmente pues es un dato bastante valioso ... El fenómeno es que mientrás más rápido -o en menos tiempo- se diga la secuencia "sí, sí, sí" y se use un tono o estilo más vehemente, más probabilidad es que quien lo diga no tenga intenciones de cumplir lo que se esté prometiendo. Aparte, me han comentado, que si el "sí" utilizado es menos claro, o sea, algo así como "shí, shí, shí" o "zhí, zhí, zhí" ... tampoco hay que esperar que se cumplan los compromisos asociados.
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Ginebra, Gabriel. (2010). Gestión de incompetentes. Un enfoque innovador de la gestión de personas. Ed. Libros de cabecera. España. 261 pp.
