Muchas veces los liderazgos se destacan cuando hay conflictos. Con relación a la lamentable tragedia y accidente del Costa Concordia en Italia, se ha destacado sobremanera la actitud de su capitán quien, según testigos, relatos y antecedentes, abandonó el barco sin quedarse a liderar la evacuación. Un artículo sobre esta actitud habla de los nuevos capitanes, destacando que al parecer el capitán en lugar de dedicarse a dirigir la operación de salvamento estuvo "pegado" al teléfono recibiendo órdenes. Quien escribe el artículo, señala que al parecer este capitán no gobernaba su barco, sino un hotel flotante. Bueno, muchas cosas se puede decir y extraer pero surgen varias cosas que pueden comentarse ya alejados del caso del Costa Concordia y su capitán y que conviene comentar a la luz de cómo organizamos equipos, proyectos y empresas. Aquí van cosas observadas, más bien hipótesis, con relación a quien está a cargo de algo en tiempos contemporáneos al mirar la prensa desde casos como el Costa Concordia hasta quienes son actores en la crisis económica actual ...
- Son personas con excelente currículo, buen ver, buena presencia y sensualmente sociales, pero que nunca han tenido problemas, y cuando los hay, no saben o les cuesta reaccionar, o simplemente se apegan a lo que les dijeron hacer y que rara vez estas indicaciones incluyen problemas. Al final no interesa el problema, sino su salida legal.
- Estas personas son puestas dentro de sistemas de monitoreo online con lo cual que las decisiones no están en el sitio de los problemas, sino que quien está a cargo debe llamar a su directivos, pedir órdenes y un gran etc. Al final, quien está a cargo es gobernado a distancia y termina siendo un observador y validador de lo que indican los datos.
- A estas personas se les injerta en sistemas online que permiten una gran coordinación pero hay que pensar que estos sistemas pueden fallar, que las personas actuarán según libre albedrío en situaciones no previstas, la cobardía y el heroicismo con actitudes, reacciones o salidas muy humanas, etc. Al final, la pretendida coordinación queda en manos de quienes son capaces de reaccionar a una situación no deseada y compleja.
- Se pide a estas personas liderazgo, pero ¿en qué condiciones? En condiciones normales dirigiendo un proyecto de negocio o salvando una bajada continua e imparable de beneficios, dirigiendo un crucero en alta mar sin problemas o en un operativo de rescate, atendiendo heridos de urgencia en un hospital o soldados heridos en combate, etc... Al final, hay liderazgo en condiciones normales y liderazgo en condiciones extremas, y no son iguales ni tampoco los que sirven para un tipo servirán para el otro.
- etc.
El gran reto en tiempos en que el liderazgo ante crisis cobra fuerza es no olvidar que el liderazgo actual está hiperconectado por redes de comunicación y que lo hemos injertado en redes de relaciones económicas, legales y de negocio, y que en ningún caso a quien le pedimos liderazgo o esperamos actúe como un líder, que lo sea cuando el caso se dé. El reto, es no convertir a estas personas en observadores de campo como ocurría hace más de 100 años cuando los reyes gobernaban desde sus palacios y castillo con muchas personas de confianza que le informaban. Las modernas comunicaciones deben permitir lo opuesto, que un líder cuente con información oportuna de sus directivos para proceder en terreno al minuto pero al mismo tiempo sea capaz de actuar si se queda sin comunicaciones.
Habrá que ver cómo se resuelve esto en los planes de formación, pero lo importante es saber que los líderes no son personas que han cursado un programa de formación, hay que saber verlos y que muchas veces la vida (o la muerte) o el futuro (en bienestar o en quiebra) de muchas personas depende de que actúen correctamente.
Suerte ...