miércoles, 27 de febrero de 2013

#Technology as a tool poetic - (#edcmooc) - #Utopia/#Distopia -and new #Citizens - #innovation

¿Can be an innovation reshape an utopia into dystopia and viceversa, and to reinforce the generation of new citizens? From the App Aplicanciones of Jorge Drexler, I explain short ideas as a prezi-machine.










 





See on http://www.youtube.com/watch?v=eb_vMTnuOXc








 See on http://www.youtube.com/watch?v=EvxSWpFCFkM






























Keywords: Jorge Drexler, Aplicanciones, MOOC, e-learning, utopia, dystopia, human being, new citizens, Schumpeter, Innovation, Fernando Flores, Charles Spinosa, Hubert Dreyfus, ICT.


Prize presentation - #edcmooc - at http://prezi.com/kxfowwbx_szm/mooc-artifact-c-a-estay-niculcar/



sábado, 16 de febrero de 2013

Propuesta de "#Gobierno como #Innovación" y de "#Democracia como innovación" desde las ideas de D. Diderot - #egovernment #innovación

Fuente: http://www.tdx.cat/handle/10803/6824

Para quienes estamos en el mundo de la innovación, buscar ámbitos donde la innovación se desarrolle de nuevas e insospechadas maneras es un asunto más que atractivo. Ante la postura de algunas personas de quedarse en lo tradicional de la innovación, opongo la idea de que para ser innovador, hay que ir más allá de la innovación. Hay que hacer algo que empiece con "re-": re-inventarse. re-hacerse, re-algo, o simplemente usar cualquier "re-" y buscar nuevos conceptos y palabras. Y donde más pareciera que se requiere un "re-" o algo nuevo es el ámbito gubernamental, del estado y del sector público, que en suma llamaré 'lo público'. Y de eso hablaré aquí un poco, procurando exponer algunas ideas que permitan ir más allá de la innovación habitual y además fortalecer 'lo público' con alguna visión más ambiciosa de la innovación.

¿Qué es 'lo público'? y las innovaciones simples o que podrían serlo

En la esfera de 'lo-público', se encuentran o se ha visto que se están intentando consolidar conceptos de Gobierno+TIC como: gobierno electrónico o e-government, gobierno abierto -u Open Government- (ligado a la cultura Open Source de software), gobierno como plataforma, gobernanza y buen gobierno, entre otros. Al revisar la literatura relacionada, se observa que, desgraciadamente, estos conceptos se asocian a cosas que se denominan innovaciones porque ya sea:
  1. se pretende mejorar  procesos presentes o clásicos de 'lo-público' o,
  2. se pretende revolucionar 'lo-público' con movimientos surgidos desde las tendencias informáticas. 
Pero claro ¿son estas realmente innovaciones?, y ¿podríamos arriesgarnos de hablar de más transparencia en un gobierno basado en este tipo de innovaciones o realmente no tiene nada que ver?, o ¿acometer la idea de que un gobierno eficiente apoyado en TIC es innovador?

Estas preguntas tienen muchas respuestas según cada autor. En un intento de ordenar estas respuestas se observan dos grupos.
  • Grupo 1: respuestas donde 'lo-público' es un tema de interés coyuntural a intereses políticos. Son respuestas que surgen de trabajos, estudios o análisis ligados a intereses económicos o gubernamentales o de grupos de presión. Aquí básicamente se trata de respuestas donde la  innovación aparece forzada, como si de una moda se tratase o porque ahora es políticamente correcto introducir la palabra "innovación" en muchos temas de 'lo público'. En cualquier caso, lo observado es que se está hablando de innovación. 
  • Grupo 2: respuestas en que la informática ha penetrado el ámbito organizacional y llega a  'lo-público'. Son respuestas que surgen de experiencias de introducir las TIC en muchas acciones de 'lo público' (procesos, metodologías, o workflow). Aquí se encuentran historias que tienen más de impacto mediático que de real innovación. Esto es normal pues toda novedad tecnológica puesta en procesos muy formales y muy burocráticos llama la atención y suela asociársele un nivel de notoriedad alto. Aquí la innovación no aparece, viene ligada a la TIC, como si por el simple hecho de "meter" TIC en algo ya supone una innovación. En todo caso, se asume que, se están viviendo innovaciones.
Bueno, el tiempo dirá si son o no innovaciones. ¿Porqué? Así como la innovación es un hecho económico, ¿como se puede medir esto en 'lo-público'? Claramente la respuesta se dificulta pues no existe un indicador claro o confiable que cuantifique el beneficio social y al mismo tiempo mida el desarrollo y crecimiento asociado (si bien existen indicadores posibles como la reducción de costes administrativos, disminución de las filas de espera, disminución de la corrupción, etc.) Tengamos o no estos indicadores, lo que importa es que estaremos ante una innovación si se logra medir y se consigue de manera real un  beneficio a nivel ciudadano, y de la sociedad en todo su conjunto independiente de los gobiernos y de los sistemas de gobierno.

Innovación y buen gobierno desde Diderot

Pensando que es posible que se innove realmente en 'lo público' introduzco una interesante alusión a la innovación en el gobierno en un texto de Denis Diderot. Denis Diderot fue un pensador célebre y un audaz proponente de ideas. Hombre de ideas críticas y planteamientos innovadores, no es alguien muy recurrido en una bibliografía filosófica tradicional y mucho menos en bibliografía de innovación. Diderot en el libro "Tratado de la Barbarie de los Pueblos Civilizados", en el capítulo sobre las Naciones Civilizadas, hace la siguiente sugerencia a Luis XVI por 1770:

"Oirás murmurar a tu alrededor: 'Esto no se puede hacer, y aunque se pudiera hacer, sería una innovación'. ¿Una innovación! Sea, pero ¿acaso no lo han sido tantos descubrimientos en las ciencias y en las artes? ¿Es que el arte de gobernar bien es el único que no puede perfeccionarse? ¿Acaso serían innovaciones la asamblea de los estados de una gran nación, el regreso a la libertad primitiva o el ejercicio respetable de los primeros actos de la justicia natural."

Diderot plantea al monarca el reto de que es posible innovar desde la óptica de gobernar bien. En otras palabras, si el gobierno desea mejorar para buscar el bien, debe innovar y, por el contrario, si no innova ni se perfecciona, no se gobierna bien. En suma, se sugiere que la innovación es algo esencial del gobierno y al mismo tiempo convierte al gobierno en un proceso de innovación que se regenera en sí mismo produciendo e introduciendo sus propias innovaciones. Eso sí, sólo desde la esencia del buen gobierno se puede innovar para buscar ese bien, o que es lo mismo a decir que un buen gobierno debe innovar para llegar y conseguir el bien común.

¿Esto qué quiere decir?

La posibilidad de que un gobierno sea una innovación, y que esta innovación resulte del mismo acto innovador de gobernar.  
  
"Gobierno como innovación" y "Democracia como innovación"

La idea con que se cierra el apartado previo permite hablar y preguntarse dos cosas: ¿existe el gobierno como actor innovador? y ¿existe el gobierno como agente de innovación? Digamos que es posible que el gobierno sea, a la vez, actor innovador y agente de innovación. En este caso tenemos el "Gobierno como innovación". Y si así fuera, ¿porqué no la democracia? Una "Democracia como Innovación". Mal que mal, Diderot promueve la innovación en una monarquía. 

Antes de proseguir con la aclaración de estas nociones, quiero enfatizar que lo que viene no guarda relación con lo existente a la fecha entre innovación y 'lo público' y que se ha resumido en el Grupo 1 y el Grupo 2, puesto que interesa ver la innovación:
  • (A) no constreñida al nivel de los intereses del discurso político (Grupo 1) y,
  • (B) no constreñida al nivel de mejoras técnicas y organizacionales de procesos ni a las ensoñaciones basadas en los las TIC (Grupo 2).
De esta manera es posible arriesgarse ahora a decir que las nociones de "Gobierno como innovación" y de "Democracia como innovación, suponen un cambio conceptual y un cambio empírico en la innovación,  y por lo tanto un esfuerzo de aplicar la innovación en un nuevo nivel de aplicación. Este nuevo nivel lo abordaré observando los procesos que puedan asociarse a estas nociones:
  • (a) Un "Gobierno como innovación" tendrá procesos formales que le permitan producir y reusar en sí mismo innovaciones.
  • (b) Una "Democracia como innovación" tendrá procesos sociales y por lo mismo, menos formales en su gran mayoría, pero no quiere decir que sean inexistentes o informales.
Y en síntesis:
  • Estos procesos en un gobierno deben ser estructurados y operan según momentos establecidos, pero en una democracia estos procesos simplemente están presentes en la sociedad y están operando. Esta distinción es importante pues permite distinguirlos, pero no excluye que coexistan.  
  • Estos procesos se componen de personas. Sociológicamente las personas están y son parte de procesos, y por ende las personas son el eje de cada proceso. Esto es coherente con el hecho de que las personas son la base de la innovación y sin ellas no hay innovación. 
  • Estos procesos no promueven, por ejemplo, la creación de empresas en la sociedad (interés del Grupo 1 usando intereses del Grupo 2), la automatización de otros procesos con TIC o de sí mismos con TIC como ocurre con las ventanillas virtuales públicas o el voto electrónico (propio del grupo 2), o un estilo de gobierno participativo con foros de gobierno o redes sociales (mezcla de Grupo 1 y de Grupo 2). Esto permite reconocer que su finalidad es distinta a lo que ya se conoce o está ocurriendo. 
Expuestos y distinguidos así los procesos, ¿cómo aparece la innovación?:
  • Por un lado se trata de que el gobierno se regenere y se perfeccione a partir de sí mismo apuntando al bien común, que es un reto limitado a los intereses ideológicos y políticos de los gobernantes. Con esto, la innovación aparece inicialmente en la propia forma de gestionar al gobierno. El reto indicado antes es que el "Gobierno como innovación" debe aportar la posibilidad de contar con un movimiento que lleve y acerque el gobierno a las bases humanas de su país para que así la innovación sea la esencia de ese movimiento y la innovación esté en manos de las personas que a su vez son parte de ese movimiento. 
  • Por otro lado, y superando al "Gobierno como innovación", la "Democracia como innovación" debe operar o expresarse con mecanismos de mejora que busquen su perfeccionamiento y crecimiento (como serían los mecanismos sistémicos autopoiéticos, pero creo que por ahora sería demasiado pedir a esta noción de Democracia como innovación). Aquí igualmente aparece un reto, pero imbricado en el ADN social de las personas, en el sentido de que la "Democracia como Innovación" aparece en un primer momento cuando las personas viven la democracia y la viven a diario creando ellas mecanismos de supervisión del gobierno y de las acciones de sus constituyentes. 
Estas formas de innovación, podrían conseguir que la democracia no quede ligada al proceso "de votar cada 3 años", sino que que conformada por un macro proceso operativo continuo de "1000 días" que permita observar al gobierno y sustentar la democracia.

Llegado a este punto ya se puede hablar de la Democracia como innovación y que en suma es llevar el tema de la innovación en 'lo público' a un nivel más alto de despliegue social. Con esto se supera el nivel más operativo y tecnológico (donde se sitúan el Grupo 1 y el grupo 2) donde actualmente existen los conceptos de gobierno+TIC. Gracias a esto, la innovación en 'lo público' no queda atada a operaciones de mostrar transparencia en la gestión pública, o de tener procesos abiertos e  información pública. Hablamos aquí de que el gobierno se re-crea, trabaja con las personas, las personas co-adyudan y co-participan, y los gobiernos se hacen estables en su innovación continua. Ahora, eso sí, los gobiernos y la propia democracia quedan expuestos ante el bien común y, aclaro, tanto en lo tecnológico como en el interés político.

Tener este nivel de reflexión y análisis permite decir que el objetivo de la innovación en 'lo-público' en la sociedad es ser un sistema público de excelencia. Y, permite tener un nivel desde donde formular preguntas más ambiciosas e ideales: ¿queremos realmente un buen gobierno y una democracia real para decir que somos un buen estado, un gobierno correcto y una sociedad equilibrada?, o ¿estamos realmente preparados y estamos dispuestos a buscar y definir un mecanismo de pervivencia y persistencia de una democracia sustentable basada en la existencia de una transparencia plena o una opacidad del 0%?, etc.

Si todo esto no interesa, o no estamos dispuestos a este cambio, aún nos queda lo que dijo Diderot  sobre el buen gobierno y su relación con las innovaciones.

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Acotación sobre el autor y el libro

El libro que nos ocupa en este post, "Tratado de la Barbarie de los Pueblos Civilizados", es un compendio de textos cuya autoría se asocia a Diderot pero que aparecen en otro libro: Histoire philosophique et politique des établissements et du commerce des Européens dans les deux Indes., más conocido como Historia de las dos Indias. Este último libro es un conjunto de críticas, subversivo para su época (1770), escrito por Guillaume-Thomas Raynal, el cual, por este libro, se tuvo que exiliar, aunque luego el libro tuvo muchas ediciones originales y 'piratas'. Es un libro sobre Asia y América, las dos Indias, y Raynal critica la colonización como un derecho a imponer y esclavizar. El asunto es que este libro no tiene un sólo autor, sino que tiene varios. En suma, Raynal era un coordinador, un editor y alguien que "enriquecía" los textos de otros autores. Entre estos autores aparece Diderot, y del estudio del libro Historia de las Dos Indias, se ha llegado a extraer varios textos de la autoría de Diderot y que se han compilado en "Tratado de la Barbarie de los Pueblos Civilizados". El "Tratado de la Barbarie de los Pueblos Civilizados" organiza los textos de Diderot en los siguientes temas: Religión, Moral, Naciones Civilizadas, Naciones Salvajes, Guerra y Comercio.

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  • Diderot, Denis. (2011). Tratado de la Barbarie de los Pueblos Civilizados. Pasado & Presente. Barcelona, España. 204 pp.

martes, 12 de febrero de 2013

Hay un debate que no se detiene: ¿#formación #presencial o #elearning?

¿Es mejor una formación presencial o una no presencial (léase e-learning, a distancia, online, o cómo lo llamen los expertos)? Y ¿porqué interesa responder esto que pareciera que ya está respondido?

Vamos por partes. Veamos primero algunos pensamientos y observaciones que han llevado a comentar lo que luego procede exponer como respuestas a estas preguntas.

La primer pregunta es obvia y tiene respuesta popular. La respuesta popular dice que OBVIAMENTE cuando las TIC aparecen todo será mejor, aunque aún nadie lo ha probado. Me explico.

** Se dice que con las TIC las personas se forman mejor y además con nuevas y mejores competencias. Pero nadie lo ha demostrado. Sólo se ha observado que las nuevas generaciones NACEN tecnificadas y obviamente aprovechan y explotan las TIC mejor que las generaciones previas.
------> No hay que cantar éxito, pues es sabido que toda nueva generación cuando evoluciona con una nueva tecnología, algo nuevo aparece y es mejor. Esto mismo ya ocurrió cuando apareció la televisión, los mandos o controles-remoto, o simplemente el teléfono (el antiguo y el móvil).
** De hecho, si la educación o sus metodologías o instrumentos hayan aportado algo o al menos algo hayan evolucionado, poco se sabe y poco se observa.
------> Lo único cierto es que aún existen los mismos problemas de antes: se buscan nuevas metodologías, la educación está en crisis, las matemáticas siguen siendo difíciles y muchas otras frases muy conocidas.
** Bueno, si hay algo positivo ... muchos investigadores han podido justificar fondos de investigación y/o posiciones de investigador/a realizando muchos "experimentos" en grupos de estudiantes, pero si los estudiantes son o no mejores personas y/o profesionales, poco se ha hecho.
------> Ah, y hay algo más, quizás paradójico ... se sigue criticando que las nuevas generaciones no se forman "como las de antes".

No quiero parecer pesimista o negativo, pero así son las cosas.  Tampoco se trata de anular la presencia de las tecnologías en el educación, NO!, sería absurdo y quizás establecer un debate innecesario. Todo suma y a mejor, pero es bueno aclarar las cosas un poco mejor.

Ante esto, insisto en la pregunta inicial que ahora refino pues las tecnologías en educación, al día de hoy, han expandido el espacio de formación, la vieja aula física, ahora es virtual. Pero la formación presencial sigue estando presente y muchas veces se pide. Por eso: ¿es mejor el profesor presencial o el tutor a distancia? Lo primero está probado: mi generación y las anteriores nos formamos con profesores y profesoras presenciales y lo que hay ahora es resultado de esta formación. Y las que vendrán, de eso puedo estar seguro, y me refiero a la generación que actualmente tiene 13 o 14 años, cuando llegue a los 18 estudiará online y pedirám tener campus, estudiar a distancia y etc. etc etc., y seguro sabrán explotar el uso de las TIC a un 120% o más. Eso sí, ¿que queda a las generaciones que están entre las personas de 45 y las de 13 años? Independiente de lo que digan las teorías y los teóricos y teóricas, los practicantes contemporáneos debemos darles respuestas.

Aquí apuesto por una distinción entre presencial y no presencial introduciendo la idea de semántica y sintaxis.

  • La formación presencial es semánticamente rica y positiva. Permite gozar del sentido y de las emociones del piel-a-piel, pero sintácticamente no es perfecta. Las interpretaciones no se pueden evitar, la docencia en aula se limita al aula, no hay seguimiento al 100% y si lo hay es informal, y el sentido de una clase no se puede emular (aunque se grabe). La única sintaxis posible proviene y deviene de los planes de curso, pero la realidad del aula hace que evolucionen muy rápido, aparte de que el profesor o profesora evoluciona. 
  • La formación a distancia es sintácticamente rica y positiva. Permite contar con toda una estructura estable, ordenada, organizada y lógica que permite hace seguimiento al 100% (otra cosa es que se haga seguimiento al seguimiento), el aula está donde se tenga acceso a un -por ejemplo- campus virtual, se sigue un plan de gran estructurado y definido en base a reglas, y hasta se puede añadir que el profesor es replicable (pero no la docencia). Eso sí, la emoción del aula, la corrección sobre comportamientos visuales no se dan (ojo, me refiero al lenguaje no verbal que una docencia presencial puede abordar), y no hay interpretaciones. La semántica de esta formación precisa introducir por ejemplo una gestión a distancia de las emociones, lo cual no está muy trabajado últimamente.  

En suma, no hay una u otra mejor formación.

Sobre la primera pregunta introducida al inicio comento lo siguiente. Como en todo acto comunicacional, que lo es la educación, se requiere mejorar su instrumental. Aquí el uso de referentes como la semántica y la sintaxis permiten reconocer donde un tipo de formación es más estable y la otra no lo es tanto. ¿Se podrán equiparar una a la otra o superarla? La respuesta no viene de ensoñaciones tecnológicas o de romanticismos del pasado, hay que ver si la persona requiere algo más o menos semántico o algo más o menos sintáctico.

Y con esto último, sobre la segunda pregunta introducida al inicio comento lo siguiente. Claro que interesa la pregunta!. Hay muchas generaciones de personas que precisan una formación que en corto plazo les permita aprovechar las tecnologías para formarse realmente de por vida. Que le libere del peso de siempre pagar para aprender, y que nos libere de seguir reproduciendo y fortaleciendo un modelo tendiente a transferir contenidos (de la forma que sea: texto, sonido, audio, etc.) para acumular títulos o "cartones".



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