¿Es posible aprender de gestión y de emprendimiento sin leer manuales, checklist, consejos y muchos papers y documentos? Siempre he creído que sí. En este post muestro qué tipos de aprendizajes o conocimientos se pueden extraer para temas como la gestión y el emprendimiento desde la mitología.
Aprender desde la práctica: hacia la mitología
Siempre he creído que temas como la gestión, el emprendimiento, la innovación u otras disciplinas de negocios o de administración, se pueden aprender alejado de los textos, los manuales, los consejos, las conferencias de personas destacadas, los best sellers, etc. Lo creo porque muchas veces no tenemos tanto tiempo para leer ni tanto presupuesto para dedicar tiempo y dinero en lecturas y asistencias a eventos. Aparte, por creo muchas veces el propio hacer, basado en sólidos fundamentos éticos y en una base sólida de buenas prácticas, genera un aprendizaje más duradero y estable. Este aprendizaje desde la práctica la veo desde dos ámbitos que en sí no son excluyentes:
- (a) Práctica in situ con, por ejemplo, técnicas de aprendizaje organizacional como el aprender-haciendo, el aprender-enseñando, o el aprender-aprendiendo, o técnicas de inmersión en base a fallas como el ensayo-y-error, o el aprendizaje por iteración.
- (b) Práctica reflexiva mediante técnicas como el aprendizaje colaborativo, investigación-acción, action-learning, entre otros, todas técnicas y métodos provenientes del mundo académico.
- (c) Aprendizaje retroaxtivo o un aprendizaje basado en revisar el pasado. Un ejemplo es el aprendizaje por casos y aquí incluyo el por mitos (que no es desconocido en el ámbito de la educación). Sobre este aprendizaje, que podría no ser por práctica, trato más adelante y es el objeto de este post.
Esta distinción que acabo de hacer no es absoluta, pueden darse darse otras. Tampoco excluye el aprendizaje teórico o el aprendizaje de laboratorio. Esta distinción solamente destaca posibilidades que se pueden dar en aula o en espacios profesionales.
El mito en el aprendizaje práctico
Tuve la oportunidad de conocer el curso MOOC Mitología para Emprendedores. El objetivo del curso aparece definido de la siguiente manera: "El emprendedor conocerá claves fundamentales que le ayudarán a asegurar el éxito de su plan empresarial, atendiendo a modelos míticos que la cultura occidental ha adoptado como paradigmáticos". Quienes lo cursamos fue un curso motivante, fresco, didáctico, completo y, por qué no decirlo, innovador en formato, contenido e intencionalidad.
Tengo en mi biblioteca personal el libro Management: la enseñanza de los clásicos, libro donde varias historias de la antigua Grecia se usan para el aprendizaje del Management o la Gestión. Este es un texto completo que aborda de forma muy amena y clara diversas prácticas de gestión, sin necesidad de extensos planteamientos teóricos.
De la experiencia del curso y de la lectura del texto, se observa cómo se puede realizar un aprendizaje que puede llamarse basado-en-casos, pero que al ser distante en el tiempo, permiten un aprendizaje más profundo y distante de referentes recientes que podrían inhibir el ámbito de aplicación de cualquier nuevo conocimiento.
Al ser en muchos casos metáforas o alegorías, por ejemplo, quien las estudia no puede comparar con la realidad circundante, como ocurre con muchos casos de empresas recientes. En este último tipo de aprendizaje, muchas veces, el propio estudiante se distancia del caso, pues "su realidad no es la del caso leído", pero si se puede aprender algo sabiendo que la propia realidad es más amplia que la del caso. Esto no inhibe que el aprendizaje por caso, sea un tipo más de aprendizaje por práctica y que esté ampliamente probado y empleado.
Pero un aprendizaje en base a mitos, puede volverse más potente ya que queda un aprendizaje aplicable a situaciones cotidianas que resulta ser de mayor extensión de uso que uno basado en "la historia de una realidad". Acoto que mitos como los griegos griegos siempre tienen una base moral y ética, aparte de histórica, que lo hace de amplio uso a lo largo del tiempo, siendo empleados por la sociedad como paradigmáticos, lo cual refuerza el aprendizaje. En el curso y en el libro, profesores y estudiantes, respectivamente, han hecho un gran esfuerzo pedagógico para que estos mitos no queden como historias entretenidas, sino que sean aprendizajes interiorizados.
Mitología para emprendedores y gestores
Aquí expongo parte del conocimiento que se extrae de algunos mitos y que he procurado resumir tanto del curso como del libro bajo mi completa responsabilidad (cualquier error en que yo incurra no es de los profesores ni de los autores). Los seis primeros mitos se relacionan con emprendimiento y los restantes con la gestión.
Mito de Atenea. Este mito permite aprender que un emprendedor debe saber que 'saber es saber hacer cosas' y usar la inteligencia al servicio de la actividad emprendedora. Que un emprendedor debe tener una idea de emprendimiento, pero igualmente saber ponerla en marcha, bien pensada y con inteligencia, orientada a resolver las necesidades de personas a su alrededor, sus futuros clientes. Que un emprendedor es una persona práctica y activa, y bien preparada con un sólido conocimiento teórico. Y, que la teoría precede toda acción, que se precisa una inteligencia razonada.
Mito de Odiseo - Ulises / Penélope. Este mito permite aprender que un emprendedor debe saber qué es lo que pretende y cómo conseguirlo. Que la inteligencia no opera de forma aislada, sino que requiere paciencia y sabiduría. Que el Emprendedor ha de tener una Estratagema. Que el desarrollo de las ideas no debe ser un proceso complejo, que las ideas del emprendedor deben parecer haber sido pensadas por cualquiera (si bien sabemos que no siempre es así), y que el miedo y la baja autoestima son un mal aliado del emprendedor. Que la inteligencia práctica va acompañada de sencillez, y si no es sencilla la solución, se huele el fracaso. Y que el emprendedor no está sólo o sóla, sino que con Astucia y un Objetivo consigue emprender, pero sin olvidar su origen donde le espera o está su familia que con paciencia espera el logro del emprendedor.
Mito de Teseo. Este mito permite aprender que un emprendedor debe actuar con osadía y arrojo, persuasión e ingenuidad. Que el emprendedor está acompañado por una familia o una red social cercana que le apoya y anima o al menos no desmotiva. Que el emprendimiento es un laberinto del cual salir o descubrir la salida y que este laberinto es la metáfora de la vida y que estamos encerrados en uno y debemos desenredar el camino para salir para tener o dar un mejor porvenir, nuevas opciones. Que el emprendedor debe tener un plan a seguir, con sencillez, naturalidad, nada complicado, que si este plan es complejo el fracaso se acerca, pero si es simple el éxito se acerca. Que debe haber un seguro, que no se pierda ni se olvide, y que se puede fracasar. Y que el emprendedor debe tener sabiduría, inteligencia, conocimiento (teórico y experiencial), debe consultar a expertos y si es preciso contar con 'abogados del diablo' para tener otra mirada, y tener un plan de negocio o un camino a seguir para evitar soñar.
Mito de Sísifo. Este mito permite aprender que un emprendimiento no debe involucrar trabajos inútiles, y que el emprendimiento puede fracasar por incapacidad personal, no por falta de cualidades, sino por sobra de ellas, por mirarse "el propio ombligo", por creerse ser el mejor, el único, el más virtuoso, o por simple ambición desmedida. Que se precisa astucia, pero evitando la astucia sin escrúpulos que conduce al fracaso. Que no se puede servir a objetivos de dudosa moral o al servicio de actuaciones no decorosas, o no adecuadas. Que el emprendimiento debe evitar peligros de no mirar el entorno (que se haga desde dentro), que exista escasa apreciación de lo importante en el entorno y que se pongan nuestras cualidades al servicio de actividades inadecuadas. Que el emprendedor tiende a caer en la trampa del "yo", que como gestor de una idea lo sabe todo, que es el único que puede llevarlo a cabo, o que es quien mejor maneja todo, pero puede chocar con el equipo que en teoría le apoya, y que "por saberlo todo", no se capacita, no estudia, sólo él lo sabe, que cree que su producto es el mejor y no se mira a la competencia, no se hacen estudios de mercado, ni nada. Que emprender no es amasar riqueza, es consecuencia de un proyecto llevado a buen término. Que hay muchas veces que buscar y equilibrar ingresos residuales e ingresos lineales. Que la riqueza fácil no premia el trabajo, que la riqueza viene de un trabajo serio y honesto. Y que si se cae, se debe partir de cero, aprendiendo de errores del pasado y habrá que cerrar correctamente la empresa creada y habrá que crear otra.
Mito de Jason y los argonautas. Este mito permite aprender sobre el trabajo en equipo. Que en un un equipo todos tienen cualidades únicas que ponen a disposición del equipo. Que emprender no es una actividad solitaria, que emprender implica armar, conformar y tener un equipo. Que emprender no es lo mismo que liderazgo de equipo, no es ser el propio jefe y que tampoco se trata de acometer una tarea en solitario y que en grupo bajo la figura de un equipo se puede alcanzar un extraordinario objetivo. Que un equipo es un caleidoscopio de cualidades, son personas de distintas ideas, formaciones, experiencias y géneros, que aportan riqueza al logro del equipo, y que un hombre/mujer sólo no puede hacer las cosas. Y que un equipo precisa un líder, que un líder sin equipo no es líder, y que el equipo enriquece al crecimiento y consecución del logro.
Mito de Icaro y Dédalo. Este mito permite aprender que es importante volar alto para alejarse y tener otra perspectiva, pero que igualmente es más riesgoso volar demasiado alto y no atender los consejos de quienes más nos quieren. Que el emprendedor cae en el error de querer ser más que nadie del inicio. Que es importante partir de forma sencilla, sin querer "comerse el mundo" de manera osada e insensata. Que el emprendedor a veces no escucha consejos de quien sabe y que sobreviene el fracaso estrepitoso. Que el éxito no llega el primer día y que hay que reconocer las limitaciones, que no se puede aspirar a subir donde no se puede, sino, será el desastre y la ruina. Que los excesos y malas prácticas son ruinosas. Que el emprendedor debe tener confianza, pero su exceso es malo. Que el exceso de autoconfianza es malo y que es más frecuente perder algo que ganar sobre algo. Que hay que ser escéptico, especialmente frente a toda predicción aún de falsos expertos y no de los reales. Y que hay que partir con dudas y temores, partir de la premisa más pesimista, no teorizar mucho y que en cuanto se pueda, poner a prueba en la vida real.
Mito de Euristeo. Este mito permite aprender sobre la importancia del resentimiento. Que el éxito no depende a veces de las buenas prácticas, sino de traiciones, pero que un gestor no debe promover ni apoyar ni usar. Que hay que escuchar a las amenazas y estar atentas a problemas. Que hay principios inviolables para con los socios y con el equipo. Que situaciones anímicas pueden afectar el buen juicio, pero que igualmente son una señal para el cambio y la honestidad. Que si las palabras no convencen no hay que pasar a la amenaza, a la intimidación, o al chantaje. Y que el agradecimiento es más fuerte y convincente que cualquier acción.
Mito de Milciades. Este mito permite aprender de la importancia de la sucesión y la creación de expectativas. Que "las personas somos mucho más de lo que somos [...] que somos en cierta mediado en cuanto no somos [...] que somos nuestras posibilidades de futuro". Que la proyección de un negocio, de una gestión, de un emprendimiento depende de sus proyecciones y de la visión de quien las proyecta y las empatiza con las proyecciones de otros. Que una decisión depende muchas veces de contar con otros, de tomar una decisión en conjunto, y de no auto-engañarse con actuar sólo. Que no hay que esperar más de lo imprescindible, que no puede adoptarse una postura determinada hasta contar con todos los matices, muchos de los cuales ha veces son inciertos. Que un líder deja herencia, hay una saga si es una empresa familiar, o un 'delfín' si es una empresa, pero en cualquier caso con la misma fuerza del 'iniciador' de una empresa. Y que las batallas no se gana por la cantidad de personas, equipos y recursos, sino de la disposición de asumir un reto ante el cual se está dispuesto a ganar o a saber retirarse.
Mitos de los Hoplitas. Este mito permite profundizar en lo que significa un trabajo en equipo. Que enfrentar equipos bien definidos y conformados no garantiza la batalla, pues se equilibran las fuerzas. Que existe la alianza entre equipos. Que un equipo no nace para la confrontación directa, sino que proyecta estratagemas. Que un equipo permite operar todo un año, pero que un equipo lo componen personas cuyas singularidades y vidas deben considerarse parte de las limitantes del equipo, pero que en sí mismas constituyen la esencia de las sinergias que como equipo surgen. Que un equipo es un esfuerzo colectivo y coordinado, con unos ideales comunes y unos medios predefinidos para alcanzarlo. Y que un equipo no es crea, sino que se nutre y alimenta a diario de ideales, metas, empeños comunes y dirigidos hacia un fin de beneficio para cada persona y no solamente el equipo.
Mito de Temístocles. Este mito permite aprender sobre la importancia de escuchar lo que otros han realizado. Que el poder no nutre la auto-realización ni justifica la auto-satisfacción. Que a veces el entorno se encarga de eliminar a personas valiosas, pero que por lo mismo es una oportunidad. Que es posible superar y enfrentar campañas de descrédito. Que las buenas estrategias no se gana con grandes recursos, sino con un uso adecuado del entorno y de los medios, junto a las personas y de un conocimiento profundo de las fortalezas propias aunque no se conozca al 'enemigo'. Y que hay que hacer un uso efectivo de la información.
Mito de Icaro y Dédalo. Este mito permite aprender que es importante volar alto para alejarse y tener otra perspectiva, pero que igualmente es más riesgoso volar demasiado alto y no atender los consejos de quienes más nos quieren. Que el emprendedor cae en el error de querer ser más que nadie del inicio. Que es importante partir de forma sencilla, sin querer "comerse el mundo" de manera osada e insensata. Que el emprendedor a veces no escucha consejos de quien sabe y que sobreviene el fracaso estrepitoso. Que el éxito no llega el primer día y que hay que reconocer las limitaciones, que no se puede aspirar a subir donde no se puede, sino, será el desastre y la ruina. Que los excesos y malas prácticas son ruinosas. Que el emprendedor debe tener confianza, pero su exceso es malo. Que el exceso de autoconfianza es malo y que es más frecuente perder algo que ganar sobre algo. Que hay que ser escéptico, especialmente frente a toda predicción aún de falsos expertos y no de los reales. Y que hay que partir con dudas y temores, partir de la premisa más pesimista, no teorizar mucho y que en cuanto se pueda, poner a prueba en la vida real.
Mito de Euristeo. Este mito permite aprender sobre la importancia del resentimiento. Que el éxito no depende a veces de las buenas prácticas, sino de traiciones, pero que un gestor no debe promover ni apoyar ni usar. Que hay que escuchar a las amenazas y estar atentas a problemas. Que hay principios inviolables para con los socios y con el equipo. Que situaciones anímicas pueden afectar el buen juicio, pero que igualmente son una señal para el cambio y la honestidad. Que si las palabras no convencen no hay que pasar a la amenaza, a la intimidación, o al chantaje. Y que el agradecimiento es más fuerte y convincente que cualquier acción.
Mito de Milciades. Este mito permite aprender de la importancia de la sucesión y la creación de expectativas. Que "las personas somos mucho más de lo que somos [...] que somos en cierta mediado en cuanto no somos [...] que somos nuestras posibilidades de futuro". Que la proyección de un negocio, de una gestión, de un emprendimiento depende de sus proyecciones y de la visión de quien las proyecta y las empatiza con las proyecciones de otros. Que una decisión depende muchas veces de contar con otros, de tomar una decisión en conjunto, y de no auto-engañarse con actuar sólo. Que no hay que esperar más de lo imprescindible, que no puede adoptarse una postura determinada hasta contar con todos los matices, muchos de los cuales ha veces son inciertos. Que un líder deja herencia, hay una saga si es una empresa familiar, o un 'delfín' si es una empresa, pero en cualquier caso con la misma fuerza del 'iniciador' de una empresa. Y que las batallas no se gana por la cantidad de personas, equipos y recursos, sino de la disposición de asumir un reto ante el cual se está dispuesto a ganar o a saber retirarse.
Mitos de los Hoplitas. Este mito permite profundizar en lo que significa un trabajo en equipo. Que enfrentar equipos bien definidos y conformados no garantiza la batalla, pues se equilibran las fuerzas. Que existe la alianza entre equipos. Que un equipo no nace para la confrontación directa, sino que proyecta estratagemas. Que un equipo permite operar todo un año, pero que un equipo lo componen personas cuyas singularidades y vidas deben considerarse parte de las limitantes del equipo, pero que en sí mismas constituyen la esencia de las sinergias que como equipo surgen. Que un equipo es un esfuerzo colectivo y coordinado, con unos ideales comunes y unos medios predefinidos para alcanzarlo. Y que un equipo no es crea, sino que se nutre y alimenta a diario de ideales, metas, empeños comunes y dirigidos hacia un fin de beneficio para cada persona y no solamente el equipo.
Mito de Temístocles. Este mito permite aprender sobre la importancia de escuchar lo que otros han realizado. Que el poder no nutre la auto-realización ni justifica la auto-satisfacción. Que a veces el entorno se encarga de eliminar a personas valiosas, pero que por lo mismo es una oportunidad. Que es posible superar y enfrentar campañas de descrédito. Que las buenas estrategias no se gana con grandes recursos, sino con un uso adecuado del entorno y de los medios, junto a las personas y de un conocimiento profundo de las fortalezas propias aunque no se conozca al 'enemigo'. Y que hay que hacer un uso efectivo de la información.
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Referencias empleadas
Referencias empleadas
- Fernández Aguado, Javier. (2003). Management: la enseñanza de los clásicos: paradigmas y anécdotas actuales. ARIEL. 262 pp.
- Alvar Ezquerra, Antonio; Val Gago Saldaña, María; y, Moreno Collado, Pilar. (2013). Mitología para emprendedores. Enlace web: http://www.colmenia.org/web/mitologia-para-emprendedores // https://www.miriadax.net/web/mitologia_emprendedores . Enero-Marzo 2013.