Este post introduce y comenta la charla "Cómo comunicar la Innovación" que realicé en la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), la Universidad Nacional Abierta a Distancia (UNAD), ambas de Colombia, y la Universidad Internacional SEK (UISEK) de Ecuador.
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La innovación conlleva comunicar lo nuevo, hablar de los desafíos del cambio, transmitir productos, servicios, soluciones y comportamientos que son necesarios de potenciar, vender o usar con nuevas habilidades y pasión.
La innovación, desde hace unos pocos años, es comunicar desde las emociones 3.0, e incluso es transformar desde el mensaje.
La innovación hasta febrero del 2020 se usaba de forma tradicional.
La innovación operaba como un arquetipo que empleaba medios digitales para crear estrategias, tradicionales o innovadoras, de comunicación usando diversas tecnologías.
Pero no era más que eso. Un usuario de tecnologías, y como sabemos, no se puede hacer más de lo que la tecnología puede dar según quién la creo. Desde hace décadas los estudios de Ciencia, Tecnología y Sociedad lo han dicho.
Luego se vio la necesidad de masificar la comunicación, pero donde todos usan las mismas estrategias.
Así hemos llegado a una situación con una gran saturación de webinar como si fuera el nuevo netflix. Y, con campañas en RRSS que recurren a las mismas vocerías y estrategias unido a un marketing de “gancho” anclado el uso del silabo, la expresión o el token “COVID-19”, entre otras maneras.
La innovación ha resurgido como una respuesta postmoderna de mejora de un contexto y un futuro que se puede construir.
Pero la comunicación de la innovación sigue delimitada por la visión de estrategias y estrategas que constriñen la innovación a sus percepciones y no a la libertad que demanda la innovación.
Ahora se precisa la deconstrucción de los mensajes y de los medios en estrategias innovadoras o al menos que potencien la innovación, así como la revisión hermenéutica del comunicador para que piense innovadoramente y siempre disruptivamente.
El objetivo de mi charla fue y sigue siendo qué: la comunicación es el instrumento potencial que libere a la innovación y no se debe permitir que la comunicación que siga restringida a sus propios patrones y modelos que la han terminado limitando frente a la innovación que requiere para fortalecer la innovación.
Charla: Cómo comunicar la innovación - PhD Christian A. Estay-Niculcar (Duración 2:02:46)
En este postno hablo de las nuevas profesiones o trabajos digitales, o quizás sí.
En este post hablo de tres tipos de profesiones u oficios que están ahí: curadores, vigilantes y mano de obra.
Propongo tres categorías de profesiones que ya están operativas, pero no clasificadas.
Propongo tres categorías de profesiones que son parte del habitat laboral.
Quien espere ver aquí nombres grandilocuentes o en inglés o francés de trabajos pomposos y tecnológicos, NO SIGA LEYENDO.
Además, me concedo libertades.
Si hace un año nadie pensaba en pandemias, en pasar medio año confinado, y una economía globalmente colapsada, ¿porqué no decir cosas que pueden ser impensables?
Webinar: La Inteligencia Artificial y el Futuro del Trabajo - PhD Christian A. Estay-Niculcar - PhD. John Atkinson (Universidad Adolfo Ibañéz - Chile) (Duración: 1:31:15)
Curadores.
Estamos desbordados de datos, información y conocimiento. Poner orden y ayudar a poner orden es clave.
Buscar información toma tiempo. Además, sumando memes, fake news, historias y narrativas, qué es verdad o al menos fiable, es una gran labora.
Personas y organizaciones precisan ciertas ayudas para vivir en esta entropía y generar negentropía.
El curador facilita la vida en un mundo de datos de diverso tipo que incluyen imagen y sonido, pero además crea cosas.
Pero esencialmente un curador ayuda a poner orden y aporta herramientas para vivir mejor.
Así tenemos los curadores de contenidos. El curador de contenidos, digitales y no digitales, es un especialista en buscar, reunir y organizar y además compartir contenidos de todo tipo.
Pero podemos incluir algo que llamaré el curador de metodologías. El curador de metodologías es quien ayuda a que una persona o una organización tenga su proceso de crecimiento, especialmente de aprendizaje. No impone metodologías porque no sabe ninguna otra más, sino que si lo hace, es porque alguien o algo la precisa. Crea, rediseña, adapta, muta, combina metodologías.
Y puedo incluir al curado de imagen. O si. El curador de imagen cura la imagen de alguien. En una época donde debemos lidiar con conceptos como el derecho al olvido, el análisis de redes sociales de alguien en un proceso de contratación, el curador de imagen, ordena la imagen de personas y organizaciones y crea imágenes, lo cual es muy útil para montar imágenes laborales, armar perfiles o avatar ante buscadores, ayudarnos a vender una imagen, y así muchas cosas más.
Por supuesto, esta es una tipología transversal que atraviesa profesionales, títulos y puestos laborales como: periodistas, bibliotecólogos, documentalistas, investigadores, 'marketeros', programadores, recursos humanos, konwmads, gestores de conocimiento, social media, analistas de dato, data analysts, tesistas, lectores ávidos y reflexivos, guardias de discotecas, 'crucigramistas', pensadores, conectores de ideas y pensamientos, mindshkers, grounding theorist, compositores, entre otras cosas que ya hacíamos o quizás haremos.
Vigilantes.
Bueno, esto es más sencillo ... al inicio.
Aqui tenemos desde los vecinos fisgones, hasta los drones controlados por empresas, gobiernos o simplemente otros vecinos.
Incluye trabajos de vigilancia legal como policías, militares, guardias privados, conserjes, recepcionistas, taxistas, conductores de bus o choferes privados, cajeros, vendedores, y así miles de trabajos. Ah, y por supuesto, los funciones o servidores públicos que nos miran cada vez que hacemos un trámite.
Luego están los vigilantes aceptados como los rastreadores de Covid, los espías y otros cuantos más.
Los vigilantes son esta nueva fuerza laboral de todos aquellos que nos vigilan, aunque realmente vigilan nuestros avatar socio-digitales y buscan saber de nosotros antes que nosotros mismos, o que buscan dirigirnos sin que nos demos cuenta o toman decisiones sobre lo que podríamos hacer.
Sí. Son vigilantes no de lo que se hace, sino de lo que podría importar a alguien, sin mucho importar el libre albedrío.
Podemos encontrar vigilantes legales y aceptados, pero también podemos identificar subcategorías transversales como los vigilantes del bien común que son quienes se preocupan que cumplamos normas de convivencia del tipo que sea (por temas religiosos, por temas de salud o quienes se arrojan la potestad de cumplir lo que ellos digan), o vigilantes de la diferencia que son quienes se preocupan de no salirse de patrones.
Mano de obra o el currante polivalente.
Simplemente es la mano de obra de quienes hacen el trabajo y comúnmente son no digitales.
Recolectores de campo, transportistas de mercancía y de personas y de cualquier cosa, "moteros de delivery, carteros (los que quedan), los que recolectores de desechos de todo tipo, los recicladores, los soldados y personal médico que sale a terreno, los que cuidan nuestros hogares mientras trabajamos o estamos en actividades de ocio, los que permiten que los alimentos y bienes de primera necesidad vayan de su sitio de origen a donde los necesitamos, los mecánicos de todo tipo de transportes, los técnicos que permiten que cables, satélites y nubes funcionen, y así miles de profesiones y oficios que permiten la subsistencia real del planeta.
En esta categoría ahora se mete a cualquiera que haga trabajos invisibles, y que puede adaptarse. "Hombre, porque quien no se adapta no sobrevive".
Aunque en esta categoría está el grueso de la humanidad, como lo he dicho aquí se mete a mucha gente. Y muchas veces ni siquiera se discrimina si las personas en esta categoría deben ser especialistas, si tienen o no jornada duras y/o mal pagadas, o simplemente si realmente conocen bien lo que deben hacer por simple que sea pero que otros no hacen.
Es un tema no menor. Y tengo claro que muchos dirán que todos son mano de obra. Bueno, en el sentido económico tradicional la mano de obra eran los trabajadores de planta, los blue collar, los oficinistas, los empleados públicos de escritorio-y-ventanilla, entre otros.
Pero, aquí se alude a quienes deben hacer trabajos que sin "manos" o "cerebros" no podrá hacerse, por mucha digitalización, robotización, automatización, industria 4.0 y/o inteligencia artificial que "metamos". Si podríamos decir que las fronteras white-collar y blue-collar podrían desaparecer pues ahora, por ejemplo, en las definición original sería un white-collar, pero ahora sería un blue-collar, o si queremos "jugar", es un celeste o light-blue collar.
Resumiendo.
Los curadores ya existen. Solamente hay que llevarlo un paso más allá y que pueden haber variaciones. Se ven más como profesión y unifican muchos saberes aún no ordenador (falta el curado de curadores) .
Los vigilantes están ahí, solamente que ahora tendrán más actividad. Se ven más como una actividad laboral de oficio. Existen y podrían requerir regulación.
La mano de obra. Bueno, está allí solamente que nunca se le reconoce.
Aparte, hay que decir que estos tipos pueden ser asalariados, teletrabajadores, e-freelance, etc. Podrá co-existir con modelos de jornadas fijas o variables, o mixtas. Será ideal para nerds y no nerds.
Aspectos de gestión laboral, antropológicos, sociológicos, sicológicos, de urbanización social, de ingeniería organizacional, u otros, no han sido parte de este post, aunque si podría ser un tema de 'prestamismo' social, de nuevas categorías económicas, de desempleo y de neo indemnizaciones, de nuevos ricos y nuevos trabajos pauperizados, de exclusión urbana/digital/económica, y muchos otros temas, que tampoco se han abordado en el post, pues el fin es abrir un nuevo escenario de conversación.
Además, y porqué no, todos estos temas ya ni siquiera sean el tipo de conocimiento que se precise para analizar este tipo de categorías -u otras- ... bueno ... nuevas profesiones y entornos laborales.
