Este post comparte una reflexión sobre lo que ha tocado escuchar en 30 aós metido en innovación.
Cada 10 años la innovación se pone de moda y salen "expertos".
Hace 20-30 años eran "expertos" y desde hace 10-20 años son "expertos y expertas". Sí, pues la innovación también ha sido golpeada por la diferencia de género, para lo bueno y lo malo.
Volviendo al tema del post, la innovación cada decenio se activa con temas de moda, y para superar profesionales de falsos profetas se requiere mucha preparación y seniority.
Y es aquí donde entra la educación.
La innovación requiere ciertas prácticas, hábitos e higiene social y mental que va más allá de tácticas y técnicas de coach, inteligencia emocional y un gran etc.
la innovación desde hace un Siglo ha sido liderada por personas con rasgos y personalidades diversas. Y si vamos un poco más allá, continentales y si nos vamos a la época de la Guerra Fría, la cosa se vuelve más "curiosa". No se trata de comparar o decir que estaban los del Este y los del Oeste, sino que las formas de generar innovaciones provenían de rasgos culturales diversos.
Al día de hoy y considerando que a pesar de vivir una época hiperconectada y mult-informada, la innovación requiere educación para comprender los contextos y los matices, y para saber cuando no invovar.
Y esto es más que una formación en innovación.
Al hablar de formación en innovación no me refiero a hacer un curso de Agile, de Design Thinking o un posgrado, sino a tener una formación multisectorial y que no resiste debate si esta formación está avalada por experiencia o títulos y grados.
Es más, en innovación es raro decir que alguien por tener grados o experiencia se es más o menos innovador. La formación, la buena, es vital y esencial. Alguien con educación lo sabe perfectamente bien, y si tiene una educación clara sabrá qué nivel de formación requerirá.
Por ello la educación es clave en la innovación. Y eso no se ventila ni se gana en redes sociales.
Este post no invita a que cualquier persona ahora salte al ruedo diciendo que es experto en innovación que por lo demás expertos en innovación no existen. Ya tenemos muchos vende humo o seudo-expertos que venden como innovación técnicas motivacionales de venta o de coach, alguna herramienta aprendida en una certificación de fin de semana, o lo que sea.
Espero estas ideas sirvan y a ver si rompemos los ciclos y círculos noveleros, circenses, coachers, y demode de la innovación.