(c) Christian A. Estay-Niculcar
Este artículo lo dedico a todos quienes tratan de imponer una idea como algo única, prevalente e inmanente.
El objetivo es exponer una idea: la innovación es buen negocio pero dejarle ser.
Partamos diciendo que Manu Militari es una expresión que según la RAE significa: "'militarmente, por la fuerza de las armas' ".
Con esta idea comento situaciones curiosas que se viven de vez en cuando o frases clásicas.
"Sabemos innovar".
"Estamos bien en innovación".
"La innovación no se mide".
"La innovación es muy grande, la llevó".
"Yo siempre he sido innovador".
"Tenemos un proceso de innovación".
Y muchas frases así donde la innovación pierde su rol y pasar a ser la herramienta para mantener un puesto de trabajo, quitando su esencia de que es un concepto que crea lazos y está abierto a la incerteza. O más bien, es una forma de proceder.
Por supuesto hay otras frases negativas sobre la innovación.
"A mis líderes no les siguen sus equipos, son malos líderes".
"Estamos perdiendo ventas, debemos innovar".
"Soy un innovador, pero ahora que quiero llevarlo a más personas, no entienden."
"No tengo gerentes innovadores".
"Mis trabajadores no sirven para la innovación".
"Innova o muere".
"Acá innovamos porque usamos Design Thinking".
Frases como éstas sitúan la innovación como la nueva burocracia, o más bien la nueva ordenanza, pero refleja más direcciones o liderazgos que se han perdido en la incertidumbre y aplican la innovación en un modelo de viejo orden.
En todos los casos, la innovación es "por la fuerza" o más bien "por la fuerza de las armas" -digamos del poder del tipo "yo mando aquí" o "yo soy el que sé".
En favor del mundo militar hay que señalar que gran cantidad de las innovaciones han surgido de desafíos militares o ni siquiera desafíos, sino de necesidades específicas. Estas necesidades se han resuelto con la rigurosidad y orden militar, la misma que se pide en la gestión de la innovación con otras palabras: disciplina y metodología.
Y si algo saben los militares es de disciplina y metodología.
Pero aunque suene paradójico, esto no implica imposición.
La doctrina militar da mucha libertad en cualquier operación.
De hecho, solamente revisando la 1a y la 2a Guerra Mundial, los países que fueron rápidamente derrotados fueron aquellos donde los Altos Mandos, léase generales, daban órdenes a los soldados como si fueran objetos inertes que debían "morir por la patria". Pero ellos, los generales estaban lejos del campo de batalla, cómodos y muchas veces convirtiendo la guerra en una religión.
Por el contrario, ejércitos con doctrinas en las cuales los Altos Mandos debían estar en primera línea de batalla, mostraron resultados positivos en muchas situaciones.
Bueno, en suma, la innovación no puede imponerse. Así de simple, deberán ser los equipos o áreas de RRHH quienes deben introducir la innovación como parte del soul organizacional.
Cuidado. Tampoco se trata de convertir la innovación en el nuevo discurso del coaching.
Otra cosa es que sea necesaria. Pero su éxito dependerá de que sepa desplegarse, darle seguimiento y hacerla sostenible.
Diseño Estratégico y la innovación - MAITANE Restaurante Ecuador (duración 2:49)