Este artículo lo publico como una deuda pendiente.
Es una reflexión y un homenaje a los Casteller de Cataluña como ejemplo de innovación en la gestión de equipos
Hacía muchos años quería escribir sobre los casteller de Cataluña, una institución de la cultura catalana que cuando la conocí vi en acción algo que las universidades y MBA se pasan años enseñando: gestión de equipos colaborativos.
Los casteller son torres humanas, eso y nada más. Pero su organización, planificación, gestión y mucho más que no cabe en los textos de administración y gestión, no aparece. Me refiero a la convergencia de un modo de hacer bien las cosas sin que venga un gurú a recordarlo y que nace de la convergencia de personas diversas bien organizadas. Nada que ver con el mundo empresarial.
Pero por respeto al mundo empresarial diré: los Castellers de Cataluña, son una tradición centenaria de construcción humana que ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo de colaboración, compromiso y valentía, que ofrece valiosas lecciones para aquellos que buscan fomentar una cultura de innovación en sus equipos.
Ah, y hago este artículo desde la mirada de la innovación. Y el motivo es simple.
Pues la pasión por la innovación que nos une nos hace explorar diferentes vertientes de la innovación, por lo que encontrar estos casos es inspirador pues nuevamente vemos que la innovación aparece donde hay personas conversando y en sitios y momentos inesperados.
En las raíces de la innovación.
La esencia de la innovación yace en la capacidad de desafiar lo establecido y abrazar lo desconocido.
Los Castellers encarnan este espíritu al construir torres humanas que desafían los límites de la gravedad y la percepción de lo posible. Este enfoque audaz hacia la resolución de problemas refleja un compromiso con la excelencia y la superación de obstáculos, elementos fundamentales de cualquier cultura innovadora.
Colaboración y Confianza.
La construcción de una torre humana de varios pisos requiere una coordinación meticulosa y una confianza inquebrantable entre los miembros del equipo.
Cada miembro del casteller desempeña un papel crucial y confía en sus compañeros para mantener el equilibrio y la estabilidad.
Esta interdependencia resalta la importancia de la colaboración y la confianza mutua en la búsqueda de objetivos comunes, aspectos esenciales para fomentar un entorno donde florezca la innovación.
Propositivos ante la incertidumbre.
En el mundo de los Castellers, los contratiempos son inevitables.
Las caídas durante una actuación no son simplemente fracasos, sino oportunidades para aprender, adaptarse y mejorar. Pero por lo mismo se prevén, y evitan.
Esta mentalidad propositiva ante a la adversidad y la incetidumbre de los riesgos es fundamental para la cultura de innovación, donde los errores se ven como parte del proceso de crecimiento y no como obstáculos insuperables.
Tradición y Renovación.
Aunque arraigados en una rica tradición cultural, los Castellers continúan evolucionando y experimentando con nuevas formas y técnicas.
Esta combinación única de respeto por el pasado y apertura hacia el futuro ejemplifica cómo una cultura organizacional puede mantenerse arraigada en sus valores fundamentales mientras busca constantemente nuevas formas de mejorar y crecer.
Liderazgo y Empoderamiento.
Detrás de cada torre humana se encuentra un equipo de líderes que guían, motivan y empoderan a sus compañeros. Pero nadie manda sobre otro ni tampoco se "autodenomina líder".
Es liderazgo en acción donde todos son líderes y lideresas.
Esto es y fomenta un ambiente donde todos se sientan valorados y capacitados para contribuir con ideas innovadoras y soluciones creativas.
Al fomentar una cultura de liderazgo distribuido o liderazgo humano, los Castellers demuestran cómo el empoderamiento de cada individuo puede llevar a la excelencia colectiva.
Conclusiones.
Los Castellers de Cataluña ofrecen un modelo inspirador de cómo una cultura arraigada en la tradición puede ser un caldo de cultivo para la innovación.
Su enfoque en la colaboración, la resiliencia, el liderazgo y la búsqueda constante de la excelencia ofrece lecciones valiosas para cualquier equipo que aspire a sobresalir en un entorno cada vez más competitivo y cambiante.
Al abrazar los principios fundamentales de los Castellers, podemos cultivar una cultura de innovación que impulse el éxito a nuevas alturas.
Y algo vital, unen tradición, modernidad e innovación.
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